Andrés Gutiérrez Castiblanco 902
En las lejanas playas de la Guajira, vivía Marco, un señor de 38 años, en una pequeña chocita de paja y madera; su esposa estaba embarazada y cuidaba a su pequeño hijo José. A la región llegaba una caravana de celebración, además un crucero que recorría el mar Caribe. Al llegar la caravana Marco fue a ver de qué se trataba, una señora se le acerca y le dice “Mas allá del borde esta la felicidad”, marco la ignoro y siguió viendo los estantes y vio uno que le llamo la atención, quiso regalarle un corazón de porcelana que no pudo pagar; así que lo tomo y salió corriendo, con tan mala fortuna que lo descubrieron en su camino. Todos los de la caravana lo siguieron con palas y antorchas. Marco se llevo a su esposa y a su hijo a cualquier lugar lejos de allí. Se interno en el bosque y no se supo más de él.
Unos días después estaban en medio del bosque y Marco le entrego el regalo a su esposa y al dárselo recordó la frase que la señora le había dicho, entonces pensó en el borde de la playa, e hizo una pequeña canoa en 3 semanas y se fueron con su esposa y su hijo a alta mar llegando a un lugar que nunca supo cual era y vivieron felices por siempre “mas allá del borde”.
miércoles, 12 de agosto de 2009
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ResponderEliminarMmM el CuEnTo EsTa MuY BuEnO... Es ChEvRe QuE rEsAlTeS AlGo De CoLoMbIa ... Y Pz Ez un PoCo LoCo... AuNqUe no Es MuY BuEnA La EnSeÑeNzA QuE DeJaS HuHuHUHUhHuU Bn ByE...
JwliAnItHa MaRtHiNeZ